miércoles, 2 de julio de 2014

Regeneración democrática es aprobar el #CanonXCita a escondidas

El Partido Popular controla los medios de comunicación. Algunos directamente, los públicos, otros gracias a la afinidad ideológica y ahora unos cuantos más tradicionalmente críticos con el PP gracias a un soborno en toda regla: el canon por cita.

Aún con este control de la información, tienen tan claro que su reforma de la Ley de Propiedad Intelectual atenta contra nuestros derechos que van a aprobarla en verano. Imaginad como tiene que ser la cosa para hacer que un político trabaje en verano.

Nos enteramos por El Confidencial Digital que el secretario de Estado con las Cortes José Luis Ayllón ha pedido por carta al presidente del Congreso Jesús Posada que habilite una sesión extraordinaria de las Cortes en julio. Abrir comedores en verano y que los niños pobres puedan comer es una locura, pero movilizar a los diputados para aprobar de tapadillo una ley polémica es una urgencia.
Soraya Sáenz de Santamaría y el nuevo 'look' para votar en el Congreso en julio en Madrid.
Una urgencia inventada, claro. La reforma de la LPI lleva varios meses con el trámite parlamentario congelado esperando vientos más favorables. Vientos que desvíen nuestra atención hacia las playas o quién sabe si hacia la final de mundial. Tras rechazar todas las enmiendas a la totalidad propuestas por la oposición, ese mismo mes deberían haberse debatido los cambios parciales propuestos. El plazo se ha ido ampliando paulatinamente hasta su cierre definitivo el 1 de julio. Y ahora entran las prisas. Con casi 80.000 firmas en contra en Change.org y una sociedad cada vez más concienciada del atropello a sus derechos que supone el canon AEDE.

Al rechazo ciudadano se une el de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la CEOE, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, los pequeños editores, algunos de los mismos beneficiarios del canon, multitud de empresas y sitios de Internet agrupados bajo la Coalición Prointernet y el conjunto de la oposición. UPyD y la Izquierda Plural mantienen que el canon por cita debe suprimirse directamente. El resto de grupos parlamentarios mantienen posiciones más tibias por la actual situación política: CiU por ejemplo estaba dispuesta a apoyar a cambio de que la competencia del cobro del canon fuera autonómica. Su apoyo monárquico les obliga ahora a mantener las distancias respecto a cualquier propuesta del PP.

Por su parte, en el PSOE gana la postura del saliente Rubalcaba, partidario del canon. Sin embargo, matiza mucho la chapucera redacción actual de la norma. Por ejemplo, exige que los beneficios de la recaudación se extiendan a los autores de las noticias y no lleguen solo a sus editores. Si ya era una ley de complicada implementación, su complejidad podría alcanzar unos niveles digno de las doce pruebas de Astérix.

Dos periodistas intentando informarse de la LPI.
También propone cambios que limiten esos derechos de autor supuestamente defendidos por Soraya Sáenz de Santamaría cuando introdujo su canon en la LPI a petición de los grandes editores de prensa agrupados en AEDE. José Andrés Torres Mora, portavoz de cultura del grupo socialista, asegura que es necesario que el derecho de autor no conculque otro derecho fundamental como es el de la libertad de acceso a la información.

Mariano Rajoy empezaba la semana hablando de medidas de regeneración democrática. Lo hacía como el prestidigitador que mueve mucho su mano derecha para distraernos y hacer lo que quiera con la izquierda. La diferencia es que el mago lo hace con la intención de generar una ilusión y que volvamos a nuestra casa sonrientes y satisfechos. En el caso del Gobierno, conviene revisar antes de abandonar la sala que seguimos teniendo nuestra cartera con nosotros.


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