jueves, 13 de noviembre de 2014

Los cambios de AEDE

Empecemos por la propia asociación de (algunos) editores españoles. Toca rotar la presidencia de turno, que pasa de Luis Enríquez y Vocento a José Luis Sainz, de Prisa. Parece ser que Cebrián pasa del tema y delega en el consejero delegado del grupo.
Cada vez que enlazáis un medio AEDE, Dios mata un gatito y José Luis Sainz descruza los brazos y hace un ERE.
¿Supondrá un cambio de estrategia en cuanto al canon AEDE? Difícilmente. Con el Gobierno negociándoles quitas de deuda con los bancos, Prisa se ha vuelto más sorayista que la propia Soraya Sáenz de Santamaría. Y suponemos que siguen creyendo que el canon es la tabla de salvación para sus maltrechos y torpemente dirigidos negocios. Sainz además no es un tipo fácil, así que podríamos ver incluso como las posiciones se enrocan más todavía.

Independientemente de todo esto, hemos podido ver en un blog de ABC cómo Pablo García Mexía emitía ciertas tímidas críticas contra el canon AEDE. El boicot a AEDE me impide enlazar el artículo aquí y tampoco es que sea especialmente belicoso. Critica suavemente la irrenunciabilidad y la poca calidad técnica de la Ley de Propiedad Intelectual. En realidad es más anecdótico que otra cosa, fundamentalmente porque sabemos que el grueso de lectores del ABC no está en sus blogs. Ni en su web, ya puestos.

Mientras tanto, parece que se ha consumado también la salida definitiva de Pedro J. Ramírez de El Mundo, en respuesta a los lloriqueos de su sustituto, Casimiro García-Abadillo.
Se concluye así con el pago de uno de los peajes exigidos por el Gobierno para la creación del canon AEDE. A cambio de las ayudas oficiales, disfrazadas en este caso de justa compensación, Rajoy y su camarilla de La Moncloa exigen a las cabeceras tradicionales que se estén tranquilitas y que no critiquen más de lo imprescindible para mantener las apariencias.

La regeneración democrática del PP sigue para bingo.

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